Magnanimidad política,¡¡ por favor!!

Con este resultado electoral los caballos en España  pueden acabar siendo camellos...

La realidad tiene muchas facetas y es normal que la visión sea diferente según la posición inicial.
Pero si no existe madurez política para pactar y dialogar  y los rencores siguen enquistados,  el puzzle nacional  puede ser   irresoluble.

Creo que ni se  puede  ni se debe abrazar el poder sin rectitud de intención, sin convicciones sólidas y sin  principios éticos que guíen y orienten.  No vale todo,  ni nada da igual... A mí me parece que sin una clara identidad,  y sin coherencia,  el poder corrompe de manera radical. Y cuando hablo de corrupción no sólo me refiero a la corrupción del dinero. Hay corrupciones ideológicas que  acaban con  cualquier anhelo noble.

Que los principios éticos sean firmes,  y que soplen vientos favorables para todas nuestras pequeñas o grandes embarcaciones.
Que así sea!