lunes, 24 de octubre de 2011

Y VOLVERÉ A CANTAR...

Escribir después de tantos días de trajín veraniego,
de pensar y hacer sin detenerme,
de ir y de volver del mar a la montaña y al asfalto...

Pero escribir ahora, SÍ.
Pararme sobre mis huellas ahora, SÍ.
Ahora que siento el alma borracha de emoción y sentimiento.

La paz posible; la paz deseada; la paz envuelta de esperanza y de alegría contenida , nace, por fín, de la LIBERTAD. Y, paradógicamente, nace de esa misma libertad, negada durante tantos años por los que la perseguían a tiros y sólo lograban enterrarla, entre el llanto y la pena.

Sin embargo, hoy y siempre, nacemos libres. LIBRES para pensar, para tener ideas, para compartirlas, para construir el proyecto de vida que somos cada uno-a de nosotros. Libres para amar a nuestro pueblo, sin tener que mirar a quien camina cerca, con la inhumana sospecha del miedo.

El dolor que purifica como el fuego, ha vencido a la injusticia.
La generosidad heroica de tantas víctimas inocentes ha vencido al terror.
Y el corazón de tantas madres llorando, de unos y de otros, ha horadado la roca oscura de la sinrazón.

¡La paz tocaba hace ya mucho tiempo!
Porque hace ya mucho tiempo que los vascos se estaban perdiendo entre ríos de sangre y odio sin condena.
Porque hace demasiado tiempo que en Euzkadi no se cantaba desde el fondo del corazón.
Y el pueblo vasco es un pueblo al que le gusta cantar desde dentro , mientras se abraza fuerte y de verdad al AMIGO.

..........

Pero ahora, como en todo nacimiento, la paz necesita CUIDADOS.
Y el CUIDADO Y EL MIMO son las manos dulces del AMOR.