lunes, 29 de marzo de 2010

Lo execrable no se puede ocultar. Lo heroico tampoco

Los crímenes horrendos por los que la Iglesia tenga que expiar, pedir perdón y acatar la justicia con todas sus consecuencias, ahí están. Lo execrable no se puede ocultar, no se puede disimular, es demasiado grave. Pero también resultan injustos los ataques generalizados, los ataques al corazón de una comunidad de personas en las que muchísimas luchan por hacer realidad el mensaje de amor que Jesucristo dejó grabado con su sangre para que lo viviéramos con sacrifio y alegría:" Amos los unos a los otros como yo os he amado..." "Y nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos..."

Ayer fue Domingo de Ramos. Y un Domingo de Ramos vitorearon a la entrada de Jerusalen al mismo hombre, Jesús, que luego clavarían en una cruz; que primero coronarían de espinas, y que para rematarle lanzarían una lanza a su costado.
Él no hizo otra cosa que pasar por la tierra haciendo el bien, curando a los enfermos y alimentando de esperanza y justicia a los pobres.
ÉL amaba a los niños y a los limpios de corazón. Él gritó que :
"Más valía atarse una piedra de molino al cuello que escandalizar a uno de esos pequeños- ñuelos"

No sé cúantas personas le siguen de veras; no sé cuántas lo hacen a medias; no sé cuántas caídas personales hay en el camino.
Pero por favor: condenemos los crímenes. No tienen perdón humano. Pero la saña generalizada,repito, también es injusta.
Puede que al Papa, Benedicto XVI le haya faltado contundencia y hasta fuerza teológica para dejar claro que nunca se puede tapar lo que hace tanto daño y lo que es para no parar de llorar. Es cierto.

Pero no echemos en saco roto las toneladas de amor de tantas personas entregadas a los demás y olvidadas de sí mismas: tantas peersonas heroicas, anónimas que trabajan sin descanso y que pierden su vida para encontrarla en el prójimo. Existen y gracias a DIOS son muchísimas más que los perversos y pervertidos.

Y ojalá no olvidemos que en el camino estamos tú y yo para intentar, una y otra vez, apostar por ese amor bueno.

miércoles, 24 de marzo de 2010

PENSAMIENTOS: " pensamientos"...

Parece que la primavera quiere por fín llegar abrazadita al sol de la mañana. Parece...

Y en mis idas y venidas a ese pequeño trozo de tierra del que a veces hablo, me encuentro conque las margaritas ya han brotado: donde sólo era cesped, aparecen ellas jugando al corro en el campo.
Sigo con mi paseo y me detengo sorprendida. ¡No puede ser! Ahí están vivos y alegres, "los pensamientos": los mismos que he visto incrustados en la tierra todo el año; los mismos que han soportado la nieve y las heladas; los mismos que han sido vapuleados por el viento con ráfagas tan tremendas que hacían volar las ramas de los pinos por el aire. Los mismos que no han tenido colores. Los que parecían casi muertos...
Después de la última nevada, hace apenas quince días, creía que no resucitarían nunca. Me parecía imposible que ajados y maltrechos, empapados y lacios volvieran a levantar sus pequeñas hojas al cielo. Pero hoy, después de algunos días de no verlos, y animada por el sol, que da la vida, me he apresurado a llegar hasta mi pequeño paraíso para sentir la dicha de contemplar los primeros colores. Y allí estaban "mis pensamientos": pequeños y bien derechos´; blancos y morados, amarillos. Como si nada hubiera pasado, como si el sol los hubiera acariado cada día. Olvidados de las lluvias, del viento, de la nieve y del hielo.

"Mis pensamientos" sonreían agradecidos a la brisa templada con la que se espabilaban...
Y he pensado.
PENSAMIENTOS:" Nuestros pensamientos". Esos que siempre están con nosotros, que viven de la tierra de nuestro ser, de los adentros...

¡Y he pensado que son lo más fuerte que tenemos!

Porque cuando un golpe sin contemplaciones nos ha tumbado, llega un pequeño rayo de sol primaveral, que para nuestro espíritu es una palabra de cariño, un buen gesto, una mano amiga o unos ojos comprensivos, y ahí están de nuevo "ellos" radiantes, esperanzados, con las hojas que ya no parecen mustias, mirando al cielo...

Quizás alguien,
hace muchísimos años,
después de un invierno duro y despiadado,
los contempló agarraditos a la tierra,
con deseos de vencer al miedo.
Y los sintió tan frágiles y tan recios,
que los llamó: PENSAMIENTOS

miércoles, 10 de marzo de 2010

Entiendo que NO SONRÍAS, amigo holandés

Para aforismos los de Shopenhauer. Pesismista. Sí. Y qué.
Podemos hacer con nuestra vida lo que nos de la gana, y con la del prójimo siempre que "lo legal" se vaya al armario de "lo moral" y se ponga su traje.
No hay esperanza. El amor es una ilusión y hablar de él resulta estúpido.
Me gustas,y eso ya es suficiente.
La mentira es lo único que nos puede salvar. Y la trivialidad también.
(Me lo dijiste, así, con toda naturalidad : sólo en la trivialidad aparece el verdadero perfil humano. Y para filósofos, Diógenes, "El cínico")

Yo callada.
Y tú seguiste...

¿Por qué vas a ser fiel? ¿le debes algo a alguien? Porque el compromiso tampoco existe. Es imposible saber lo que vamos a poder mantener, entonces para qué comprometernos.

Y si algo me molesta, prescindo.
Si el dolor aparece prescindo.
Y si tú quieres prescindir, prescinde. Mientras sea legal, adelante. ¡Vamos a legalizarlo todo! ¿Por qué no?

--Carmen, Carmen (Cagmen cagmen): ¿Por qué sonríes?
---¿Por qué tú no, amigo holandés?


AÑADO a modo de POSDATA:

La esperanza es imposible en el nihilismo militante. La nada lo es todo, contradictoriamente.
Pero a veces creo que el nihilismo es la "puerta falsa" para hacer lo que a uno le da la gana, disfrazado de intelectualidad...

miércoles, 3 de marzo de 2010

ASUNTO PENDIENTE

Aquella vez que por algún sentimiento no bien definido , dejaste de hacer o de decir lo que sentías y sabías que tenías que hacer o decir. Y se quedó pendiente; y se quedó dentro; y aparece sin saberlo en tantas y tantas respuestas que se distorsionan y que nos confunden. Respuestas extrañas que no entendemos. Y todo porque eso está ahí, sin hacer la digestión, como un pan duro en la boca del estómago...

Recuerdo un ASUNTO PENDIENTE, mío, personal, que me molestaba porque no lograba entender qué fue lo me llevó a callar en aquella ocasión lo que nunca debí de callar. Durante varios años no tuve claro el porqué. Hasta que un buen día, hablando con una persona mayor y con experiencia en "asuntos pendientes" me dijo que siempre VENCE lo que en ese momento , aunque no lo sepamos, PESA MÁS en la balanza.

Después de aquella amistosa conversación me puse a pensar tranquila- sin prisas que son malas consejeras- en qué pudo PESAR MÁS en mi balanza personal para que yo no dijera las cosas bien dichas a una persona que me las debía escuchar con atención.
Y con la paz que da saber que siempre hay un motivo, ví por fín con claridad lo que en ese día llenaba el platillo que VENCIÓ e inclinó hacia sí la balanza. Y lo ví claro. No hace falta que cuente más. Lo importante es que me aclaré y que el pan seco se remojó y pasó de la boca del estámago. Y que ya no me molesta.

Y por si los que me léeís teneís por ahí algún asunto pendiente indigestado, me permito daros el mismo consejo que a mí me dieron: paraos a pensar despacito en el momento, visualizarlo incluso, y seguro que aparece en uno de los platillos lo qué más pesaba cuando no reaccionasteis como os hubiera encantado reaccionar. Porque siempre, amigos-as, hay algo por lo que inclina la balanza...

Y el peso mayor lo suelen tener sentimientos que tienen mucho que ver con el miedo o con el amor y con todos sus demás acompañantes. Vamos a mirarlos de frente para distinguirlos. Y vamos a llamar a cada uno por su nombre. Por ejemplo: a los celos, celos; al miedo, miedo, (y miedo a qué) ; a la bondad, bondad; al rencor, rencor; al amor, amor. Y vamos a experimentarlos dentro. Porque para resolver los asuntos pendientes tenemos que atrevernos a experimentar los sentimientos que bloquearon nuestra reacción, esa que hubiéramos querido tener y no tuvimos. Sólo así podremos liberarnos de lo que nos pesa. Sólo así comenzarán, los asuntos pendientes, a hacer la digestión. PORQUE NADIE SE PUDE LIBERAR DE LO QUE NO HA EXPERIMENTADO y NADIE SE PUEDE IR DE DONDE NUNCA HA ESTADO.

Y seguro que cada uno-a que llegue hasta aquí, entenderá de este escrito lo que le afecte a sus personalísimos asuntos por resolver.
Sólo es cuestión de atreverse a mirar...