domingo, 31 de enero de 2010

Leer mucho, pero no leer muchos libros

Leer mucho, pero no leer muchos libros. Eso nos aconsejaba Balmes, y eso escuché hace años con gesto de asombro por mi parte. Se subrayaba, en aquella interesante tertulia, que era mucho más de temer en el ring del pensamiento alguien con pocos y buenos libros bien asimilados, que una cabeza con una gran empanada de palabras sin digerir .
Os aseguro que cada vez me ciño más a esos tres cuatro libros que un día elegí, y que me rondan ; y a los que tengo el afecto de lo más querido. Releo mucho, me detengo, saboreo y vuelvo. Y vuelvo...

Espero no estar justificando , a lo peor sí, una posible desidia. Espero, de verdad, que este escrito sea, como siempre, una reflexión que quiero compartir con todos los que cordialmente me visitan, grandes lectores algunos, para que si así lo consideran, me animen a salir de mi limitado, ahora, mundo literario.

Lo bueno y simpático es que tengo una gran amiga que lee como una máquina. Y me cuenta, y me cuenta, y me cuenta. Y me pone al día de autores y títulos con una especie de conmiseración maternal : ésta Carmen se me está haciendo vaga y se está quedando antigua. Pero después de sus historias; después de grabarme apellidos de autores que olvido sin hacer mucho esfuerzo, vuelvo a casa. Y como una amante fiel y enamorada , abro las páginas de mi Paidea,por ejemplo, y con una pequeña frase de sus finísimas páginas, me adentro en el misterio del corazón humano, en sus infinitas y maravillosas posibilidad de ser. Y ahí, parada, extasiada, viene la magia de mi pensamiento con mil requiebros y cabriolas.
Y pasan las horas .
Y a veces no pasa nada.
Pero hay momentos, instantes, en que nace una nueva idea, pequeña, muy pequeña, que se abraza a mí con ternura, como a una madre. Y entonces soy feliz.

sábado, 30 de enero de 2010

INVICTUS:"Capitán de mi alma"...

"Y doy gracias al dios que fuere, por mi alma inconquistable"...

Gracias por esa alma que no se dejó vencer por el odio en una pequeñísima celda durante veintisiete años. Por esa alma que no se dejó conquistar por lamentos ni venganzas. Por ella, que se hizo dueña de sí misma en el instante que decidió perdonar...

Sólo sintiéndose , después de mucho sufrimiento, "capitán de su alma", pudo Nelson Mandela contagiar INSPIRACIÓN, contagiar entusiasmo, y sobre todo, contagiar presencia de ánimo ante las dificultades.
El gozo que hace sentir contemplar tanto buen hacer traspasa la pantalla. Me ha conmovido hasta lo más profundo y ha llenado mi corazón de esperanza.

INVICTUS. Si podeís, no dejeís de verla

domingo, 24 de enero de 2010

OBSESIÓN POR LA IMAGEN

Tener un peso adecuado; la cara con buen color; cuidar los modales; elegir la ropa; expresar las emociones; no querer quedar bien a toda costa; manifestar lo que se siente; comer y disfrutar, y un largo etcétera de cosas estupendas, está, a mi entender, ¡requetebién ! Pero una preocupación excesiva por esconder años, arrugas y carnes , en el baúl de los cirujanos plásticos, hace sospechar de miedos y ansiedades que nada tienen que ver con esa sana autoestima de la que hablaba con vosotros-as en mi escrito anterior .
No hace falta dar nombres, pero a todos-as - "famosos"- que han pasado por quirófano, les dura la guapura aproximadamente dos meses. Luego , retoques y más retoques , hasta conseguir la cara de cartón, inexpresiva , sin alma, o el esperpento de alguien que ahora mismo tengo en mente.

La moda de "los arreglos" está haciendo estragos no sólo entre gente madura, tambien ,y mucho, entre la juventud. Y en el caso de personalidades con tendencias obsesivas, sólo hay que empezar con un arreglo, para entrar en una espiral patológica de rehacerse, sin que la satisfacción sea el resultado de tanto trajín quirofaníl: una dos, tres, diez, catorce veces. Y tiro porque me toca...
Creo con sinceridad que toda esta moda revela una muestra más de inseguridades ocultas y frecuentes, que no se controlan. Y creo que se enciende , cada día más, una luz roja peligrosa de" moda neurótica".

Dicho ésto: me parecen una bendición las manos de los médicos cirujanos que actúan en la necesidad-accidentes- o en defectos físicos que exceden lo normal y que son causa de complejos difíciles de superar. Ahí aplaudo con toda mi alma. Bendita cirugía.
Y por supuesto: que cada cual haga lo que quiera.¡ Faltaba más!

miércoles, 20 de enero de 2010

El orgullo no habla de autoestima

Pensaba hoy que nada tiene que ver el orgullo, el vano engreímiento, con una sana y necesaria autoestima. Nada tiene que ver ser conscientes de nuestra valía personal y estar agusto con nuestros "talentos", con mantener actitudes arrogantes de autoexaltación a expensas de compararnos con los demás.

Necesitamos experimentar nuestro valor individual ; necesitamos sabernos competentes para vivir; necesitamos que quienes nos quieren nos ayuden a vivir esa experiencia íntima y amable del encuentro con nuestro sí -mismo personal . Y necesitamos la seguridad de que nuestro yo, capitanea un barco capaz de manternerse a flote en aguas turbulentas.
Esa seguridad que acompaña a nuestra adecuada estima es la nos va a permitir movernos con total sencillez sin tener que recurrir a la petulancia , que parece que encubre algo...

Me refiero, sobre todo, cuando escribo, al "orgullo tonto" , al orgullo que altera rápido el humor, que no encaja las críticas que le desfavorecen y que se va aislando hasta quedarse sólo porque casi todo lo recibe mal. Y qué verdad es que ese " orgullo tonto "nos aleja, cuando le hacemos caso, valga la redundancia, de la verdad: nos cuesta aceptar, por ejemplo, que nos hemos equivocado. Y tenemos derecho a equivocarnos. Reconocer en qué nos hemos equivocado; no engañarnos; y rectificar, si se puede, es muy saludable para la autoestima. No hacerlo y quizás echar balones fuera ,con gesto altivo, no lo es tanto. Nos hace peor la digestión...

lunes, 11 de enero de 2010

Sexualidad adolescente

Telecinco estrenó ayer, y me la perdí, una serie titulada:"El pacto":Siete adolescentes se ponen de acuerdo en quedarse embarazadas del hombre que más fácil se lo ponga.
No sigo ninguna serie de televisión , pero por razones de mi trabajo sobre " Cómo inciden los aspectos emocionales en el desarrollo sano y maduro de la personalidad",tengo obligación de ver esta serie y de cuestionarme las razones que expliquen este extraño pacto de amistad que parece estar basado en un hecho real .

-Aunque la sexualidad aparece con el ser humano y desaparece con él, es decir , está siempre presente, porque somos seres sexuados, lo cierto es que en cada etapa de la vida está presente de manera diferente. Y en la adolescencia, (en ese periodo que va de los catorce a los dieciocho años, más menos), la sexualidad no es la protagonista principal de nuestra historia. La verdadera protagonista es la AFECTIVIDAD: dar y recibir afecto. Y el sexo, en esa etapa, está presente con fuerza, pero velado o envuelto en la nube de la afectividad. Y es así porque la adolescencia es la parte de nuestro camino vital en la que aparece "el otro" , la "otra", con todo el misterio de su total-no sólo genital- personalidad. Y es ese "otro-a" el que hace de espejo para nuestro personal des-cubrimiento.
-DESCUBRIR, y DESCUBRIRSE: una experiencia mágica en la que se idealizan las relaciones; palpitan los corazones y se sienten las emociones con una fuerza que va más allá del puro goce físico. Por eso, usar la sexualidad del que se ha des-cubierto, para un simple placer inmediato, momentáneo, es algo que no acaba de satisfacer al adolescente- él o ella -. Y se entiende fácil : porque si no hay tiempo para la sensibilidad, para la afectividad, , se corta una parte importantísima del desarrollo que va a permitir vivir con madurez la siguiente etapa.

-El adolescente, pues, ( pienso luego insisto , e insisto ) necesita soñar,desear,idealizar,conmoverse con el encuentro, y dar mil vueltas a la cabeza sorprendido de sus propios sentimientos que le confunden, que le intimidan y que no sabe qué hacer con ellos.
Y yo me pregunto: ¿por qué parece que se "fuerza" con bombardeos teóricos a adelantar el encuentro sexual sin haber vivido con todos los vaivenes y con todos los colores, esos momentos de afectividad, de emoción, de enamoramiento y de idealismo?

-No son" prejuicios raros" los que me hacen escribir esto. Dogmas y principios sólo los necesarios... Pero si en todas las cuestiones que asaltan mi mente tuviera la misma seguridad que en ésta, hasta me aburriría. . Y digo que me aburriría porque reconozco que es excitante dudar, volver a plantearse los asuntos y no acabar nunca de aclarase...

Si puedo ver la serie, y algo me sugiere, seguiré escibiendo.
Por hoy ya vale.

miércoles, 6 de enero de 2010

ALEGRÍA DE LA QUE NO SE EVAPORA...

La noche de Reyes era para mí una noche de ilusión impaciente, de ilusion inocente, de ilusión temerosa ... De niña pensaba que los Reyes Magos a lo mejor se equivocaban y me dejaban los regalos confundidos.
Y el pensamiento de que mi ilusión no se hiciera realidad me inquietaba. Y como era una niña, y una niña expresiva, se lo debí de contar a mis padres con cara de preocupación, porque también tengo el recuerdo clarísimo de otro pensamiento que me hablaba bajito por dentro, con la voz de papá y de mamá , y que me decía que la alegría, mi alegría, no debía depender de que todo me saliera bien y de que mis gustos estuvieran siempre satisfechos. Aunque los dos me tranquilizaban -era una niña-y me aseguraban que los Reyes Magos no se iban a equivocar ... (padre y madre sabían que el que yo comprendiera lo de la alegría como ellos me la querían transmitir era cuestión de tiempo y de paciencia)

Pero qué regalazo me hicieron enseñándome , con tiempo, paciencia y ejemplo, que la alegría apenas tenía que ver con el capricho . Sus palabras eran: " Si te portas bien, si disfrutas de todo con sencillez y quieres mucho a papá y a mamá, ya verás cómo no necesitas de casi nada para sentirte alegre por dentro"...
Y esa alegría de la buena, esa alegría interior que no se evapora con el gusto de lo más inmediato, ( hoy, que han pasado ya muchos años, ) me doy cuenta de que es un gran tesoro. Un tesoro que a veces, muchas, convive por ahí dentro con penas y dolores, pero que sobrevive en la lucha por rectificar y por no pactar con lo más fácil y efímero.
Noche de Reyes.
Noche menos impaciente para mí.
Pero noche en la que quiero agradecer a mis padres , que ya no están físicamente a mi lado, el que me contagiaran una manera sana y nada carprichosa de intentar vivir la vida con auténtica alegría. Padre y madre: ¡Cuánto os he querido!