viernes, 8 de febrero de 2013

En el pecado va la penitencia


Me apetece escribir sobre " El caso Bárcenas". Una pequeña reflexión  nada más.
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Escucho tertulias sobre este asunto,  a destajo.Y en cada una  se pone el acento del juicio  en función de intereses  o querencias partidistas. Y, mire usté por dónde,  la verdad no puede pintarse de colores azules ,rojos o morados.  La verdad es TRANSPARENTE.

No soy del PP.  Pero del PP,  la  persona que desde hace años me inspiraba respeto total era el  señor   Rajoy. Y a día de hoy confío en su honestidad.Pero Dios mío , en qué berenjenal está metido.
-¿No le hubiera salido más a cuenta trabajar de registrador, 
-mandar a paseo a todos los pelotas y traidores, 
-dejar que Rubalcaba bailara con la más fea 
-y disfrutar de amigos y  bogavantes en su tierra?

Cuando miro su cara y su gesto antilujuria,  me enternezco como delante de un chiquillo al que le han pillado pasando una chuleta al compañero.  Bueno, en este caso,  más bien  pasando una vaca gallega de grandes dimensiones.

Sinceramente, deseo que la honestidad de Mariano Rajoy  brille en esta triste noche.  Y lo deseo por él y por todos los que vamos en esta travesía  difícil  confiando  en su timón.  Necesitamos, vaya que si nec esitamos,  que amaine la tormenta.

 Ay dinero, dinero, dinero.
Dinero que cuando  habla, la  mentira es su más fiel compañera.

Veremos!

Ahora bien: 
¡El dinero de mala siembra envenena  lo mejor de la propia vida, por ser injusto! Porque una vida bella y lograda no puede ser corrupta. Lo corrupto huele mal, es la antibelleza y lo opuesto al gozo sereno y sonriente. 
 En el pecado, cuando lo hay, la penitencia  va muy pegadita ...