"Mientras se pone el pijama..."

Qué bueno es sentarse a una mesa con amigos a los que les guste conversar con un buen vino y un plato de queso. Hoy, además, con un membrillo estupendo recién cocido...

No voy a reproducir toda  la conversación,  pero sí el final porque tiene su enjundia.

Resumiendo:

"Mira Carmen, cuando alguien se permite herir con sus palabras hasta llegar a humillar, no queda otra que recordarle,   hablando despacito y claro, que es un  h.p!. Y él o ella,  cuando se esté poniendo el pijama,  pensará:  sí,  soy un h.p. "

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Me ha parecido de lo más sugerente eso de "cuando se esté poniendo el pijama"...

Y es que-ahora filosofo un poco-  en ese intermedio de desnudez entre lo que nos ha cubierto de día y lo que decidamos que nos cubre en el momento de descansar,   el ser interior se queda como "vuelta al aire" ...Y como el cuerpo encarna un ser que piensa,  el "vuelta al aire"- expresión que me hace gracia- es como quedarse  espiritualmente transparente. Y en la trasparencia se lee muy bien lo que sabemos que somos; lo que sabemos que hacemos; lo que sabemos que sentimos....

  

  Y  es  en ese casi instante  de desnudez silenciosa y nocturna,cuando comenzamos a escuchar  nuestras voces interiores.Porque hablan.

¿De qué le  hablarán las voces interiores, -"mientras  se pone el pijama"- a  quien usa las palabras para humillar, incluso a veces con risitas de esto es  broma pero te lo suelto?

Creo que cuando no somos amables de manera natural, 

debemos  tardar un poco más,

  en ponernos el pijama...