¿ Por qué reacciones de algunas personas acompañadas de según qué palabras logran humillar a quienes las dirigen , y otras personas con reacciones y palabras a lo mejor más gruesas y sonoras no humillan?
¿De qué depende?
Se lo preguntaba a mi amiga Ana cuando le contaba un suceso que me había tocado vivir por la tarde
Son ARROGANTES, Carmen. Y la ARROGANCIA que se ejerce tiene el poder de machacar a su paso...
Pues me he puesto a pensar en la ARROGANCIA gracias a ANA
Cierto: cuando la arrogancia y la altanería forman parte de la personalidad de un individuo, sus palabras tienen el desgraciado poder de humillar.
Y la humillación hace daño. Claro que sí! Pero... siempre pierde el que humilla, porque con cada humillación su espíritu se hace más chiquito y más ruín. Y eso es así porque los seres humnos crecemos con el bien que hacemos y nos empobrecemos espiritualmente con el mal- daño- que infligimos a los demás.
Va con nuestra naturaleza: hacer el mal nos destroza a nosotros mismos. Hacer el bien nos lleva por el camino de la realización personal verdadera.
Además, el arrogante repele. A su lado hace frío. Sin embargo una personalidad fuerte-no arrogante- atrae porque sabe modular sus juicios y sabe sostener con ternura la debilidad propia y ajena:a ella nos abrazamos y ella nos acoge con el calorcito de su sencillez
Podemos pensar un poco sobre nuestras "arrogancias" si las tenemos.
Y también podemos intentar sonreir con paz ante las arrogancias de los demás.
Es una buena medicina contra el veneno...
viernes, 29 de octubre de 2010
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Esta luz de mi estrella me acompaña cálida
ResponderEliminar¿Sabes lo que me han dicho más de una y de dos veces (y más de tres) cuando he salido de España? Que los españoles somos arrogantes.
ResponderEliminarYa sé que no se puede generalizar pero ahí dejo el dato.
El arrogante es frío, en efecto, y a veces es ignorante y usa la arrogancia como "tapadera" para ocultar que no sabe. Y no, no hace falta usar palabras "gruesas" como dices para humillar, a veces basta con una mirada o un comentario fuera de tono.
Y volvemos a lo de otras veces: el no saber escuchar.
Hola TRAS, la luz de la noche se agradeve, verdad?
ResponderEliminarY los agradecidos no suelen ser arrogantes...
SUE: mi pregunta a ANA, era de qué dependía el que personas al hablar lograran humillar hasta sin querer, que puede ser que no quieran hacerlo. Ella me contestó que el fondo de dichas personas sería arrogante, y que la arrogancia es dañina ...
ResponderEliminarA ti te parece que el "Quid" de que con algunas palabras logren hacernos daño y humillarnos está en la arrogancia o en algo más, o en qué..
Cómo me aprovecho de tu buena voluntad!!
Yo creo que hay matices. Quiero decir que hay personas arrogantes, eso está claro, o que tienen facilidad para serlo y eligen con quien serlo. No lo son siempre y con todo el mundo ylo son a sabiendas. Ok.
ResponderEliminarLas que lo hacen sin querer no creo que tengan un fondo arrogante, pero sí puede ser que haya personas que se sienten ofendidas cuando, en realidad, nadie se ha querido ofenderlas. No sé si me explico. La sensibilidad de cada uno es muy particular y a veces puede ocurrir que digas algo sin querer ofender y ofendas. Y vicebersa.
¿No te ha ocurrido nunca? A mi sí. En estos casos se habla y punto.
Te digo esto porque alguien una vez me llamó arrogante y lo hizo solo porque no seguía sus normas, no me dejaba manipular y, para más inri, mi forma de pensar no iba en línea con la suya (a Dios gracias). A mi me ofendió mucho que me llamara aquello, pero después, recapitulando, me di cuenta de que no merecía la pena ni la explicación porque esa persona ya me había demostrado qué clase de persona era. Entonces ¿por qué ofenderme? Quizás fui arrogante con esa persona en algún momento, no lo sé, pero a lo mejor, se me ocurre, que fue porque me tenía hasta lo que rima con moño de su egoísmo y su hipocresía (a partes iguales). Y me salió así.
Llámalo falta de entendimiento, de comunicación o lo que quieras, pero yo no me considero una persona arrogante porque esa persona me lo llamara, ni por haberlo sido en algún momento de mi vida.
¿O sí?
Amiga Carmen,
ResponderEliminarLa arrogancia, que tan bien describes, es lo que en Griego se llama ῞Υβρις [Hýbris]. Es la arrogancia, la prepotencia, el deseo de humillar a los demás, incluidos los dioses. Era lo único que no toleraban los dioses Griegos, que eran muy tolerantes. Es más: eran tan tolerantes que a los mortales se lo permitían todo, siempre y cuando esos mortales los dejasen también tranquilos a ellos, los dioses. Evidentemente que si, por ejemplo, alguien cortaba un árbol en el que habitaba una ninfa, era evidentemente castigado. Con esta salvedad y la de casos semejantes, a los mortales los dejaban tranquilos, pero no toleraban la ῞Υβρις. Cuando uno estudia la Tragedia Griega, lo primero que percibe es que la mayoría de Héroes (con mayúscula), protagonistas de muchas Tragedias son fulminados por los dioses precisamente por su ῞Υβρις.
Es éste el motivo por el que a nosotros también nos repugna esa postura y ese sentimiento de prepotencia y arrogancia de algunos, demasiados.
Te envío un abrazo, amiga Carmen.
Antonio
Carmen¡ cuanto tiempo sin entrar cuando con vosotros se esta tan agustito.
ResponderEliminarYa sabes que algunos tiran demasiado, espero no romperme, pero tu sabes que te sigo, aunque sea desde algo más lejos de lo que yo quisiera.
Arrogancia, lo podemos entender e interpretar y sufrir de muchos modos pero estando muy de acuerdo con Sue, pienso que el arrogante tiene la incapacidad para ponerse junto a... al lado de...y conjuga demasiado el "yo", "mi", "conmigo"
Un abrazo muy fuerte y a no ser arrogantes, incluso sin saberlo.
SUE: Tengo en la cabeza conocidos y amigos, algún que otro-a que dan unos cortes muy crueles. Alguno es consciente y se arrepiente muchísimo. Pero algún otro-a tiene esa frialdad soberbia de herir y no sé si es muy consciente o es que es muy soberbio-a
ResponderEliminarSin embargo hay quien tiene un genio endemoniado , dice barbaridades y no ofende jamás.
ANTONIO, nos ha echado un buen cable con su explicación
Y a ti, gracias SUE!
MIL GRACIAS, ANTONIO.
ResponderEliminarEs cierto que a la soberbia con todas sus manifestaciones hay que tenerla a raya. Porque es desagrable, entre otras cosas.
Un abrazo, y échanos un cable de vez en cuando
ANITA: me encanta verte por aquí aunque charlemos amenudo. Creo que los amigos se merecen tus comentarios...
ResponderEliminarAyer me quedé pensando en lo que me dijiste y escribí. Ya ves que trabajadorica.
Por cierto, quizás el arrogante tiene esa incapacidad, pero tú y yo conocemos a alguno que es muy buena persona para ayudar, para ponerse al lado de quien lo necesita, pero que cuando da un corte es como un cuchillo helado...
Un besote!
Qué bien explica usted las cosas. Y ayuda a reconocerse con tranquilidad
ResponderEliminarGracias por regalarnos sus reflexiones
Muy bien expuesto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Carmen.
Muchos besos.
El frío que despide la arrogancia va en consonancia con el veneno que tiene. Demasiada cochura para hacer daño contamina la sangre.
ResponderEliminarBesos
PASABA POR AQUÏ: algún esfuerzo hago para explicarme (jajaja)
ResponderEliminarPero gracias!
Un saludo. PLUMA!!
ResponderEliminarContamina la sangre, ISABEL; pero no se envenenan ellos, porque el mal y la frialdad es muy fuerte, y los que sufren el daño son personas con un corazón más cálido y más vulnerables
ResponderEliminarUn beso!
Hay demasiada gente que se cree cargada de razón y en posesión de la verdad y simplemente no pueden soportar que, quízás, estén equivocados.
ResponderEliminarNO pueden soportar estar equivocados! Me gusta este matiz de la reflexión. Me gusta
ResponderEliminarUn saludo, MIGUEL
Hola Carmen,
ResponderEliminarmuy bueno tu post.
Sabes, te confieso, para mí es muy difícil sonreír con paz ante las arrogancias de los demás. Y no solo cuando lo son conmigo, más aún cuando son dirigidas a quien escucha y calla.
No lo soporto!
Mi madre me dice que yo tengo el corazón muy cerca de la boca..., por algo será...:=)
Un beso.
Buen fin de semana.
La verdad las personas arogantes. No solo humillan sino que nos entristecen y vuelven negro todo lo que tocan. Hermosa entrada como siempre para pensar. Besos y esperro que tengas un buen fin de semana.
ResponderEliminarhttp://el-ser-bohemio.blogspot.com/
http://mi-adn.blogspot.com
ALMA: Yo también tengo el corazón cerca de la boca. Soy reflexiva pero muy emotiva es decri, nada fría, y los fríos-as son los que pueden en el momento. Pero siempre llega el tiempo de hablar claro...
ResponderEliminarUn beso muy grande!
BOHEMÏO: me ha gustado lo de que los arrogantes tiñen de negro lo que tocan.
ResponderEliminarY todos podemos serlo en alguna ocasión, así que atentos y a rectificar...
Un abrazo!
Las heridas cuestan cicatrizar, digo las de las humillaciones. Algo grande tenemos las personas que ni es bueno que humillemos ni que nos humillen
ResponderEliminarUn beso, Carmen
SERGIO: pienso que somos seres a los que un maltrato les hace daño. Y eso nos tiene que hacer pensar en el alma, en el espíritu
ResponderEliminarUn beso!
Pienso que la arrogancia, casi siempre, va unida a la ignorancia o a la falta de inteligencia, sin embargo, hay grandes intelectuales, famosos por ser arrogantes, porque no soportan compartir el espacio donde solo caben ellos y su ego. Y por ello se dan a la tarea de humillar, de herir.
ResponderEliminarTodos podemos caer en la arrogancia, aunque, no hay que confundirla con la ira, esa que nos obnubila al sentirnos humillados, o vejados y azuzados por el rencor, usamos la lengua como látigo.
Yo soy de temperamente tranquilo. Pero, por ahí hay un refrán que dice: del agua mansa líbranos, Señor...
Un abrazo fuerte, Carmencita,
BB
Saldré como Anónima, porque Google me hace travesuras...
BB. Quizás las personas que hieren cuando dicen algo no se sientan arrogantes. Yo le pregunté a Ana de qué dependía el que unas personas hirieran con una reacción y otras no. Y ella me contestó: arrogancia.
ResponderEliminarYo lo planteé en este post.
Está en la arrogancia la capacidad de herir?
Si es en la ignorancia también, como dices, quizás sea porque la propia arrogancia conlleva como consecuencia el ser un ignorante de lo que significa una persona
Un beso, querida BB
Buenos días querida Carmen, la soberbia aparece con varios trajes, unos hacen más daño que otros. Hay quien da vueltas a la cabeza muchas veces a una tontería por soberbia aunque no diga nada. Se hace daño a sí mismo.
ResponderEliminarUn beso
Pues tiene usté razón, Mireia, demasiados trajes, pero todos son un síntoma de algo que por dentro seguro que no va del todo bien...
ResponderEliminarCuando trabaje en un hotel de cuatro estrellas vi que alli la arrogancia estaba a la orden del dia, normalmente de los que estaban bien situados a los que se encontraban por debajo de ellos. En algunos casos era puro complejo de inferioridad, pero en otros era que el arrogante se creia realmente superior, y la arrogancia se confundia con la mala educacion. La forma de tratar a estos elementos era con suma frialdad, incluso dejando entrever una ligera sonrisa de desprecio, pero la verdad es que no era agradable andar asi todas las noches. Yo tambien me preguntaba si la arrogancia era la capacidad de herir, y en principio diria que si, pero alli habia gente a la que la arrogancia no le afectaba, eran capaces de manetener esa frialdad cuando tenian delante a un arrogante y olvidarse de el en el momento en que lo perdian de vista.
ResponderEliminarANTONIO: es verdad que según se tenga la piel del corazón te pueden hacer más o menos daño.
ResponderEliminarYo pensaba, repito, por qué hay quien tiene esa capacidad de herir. Capacidad que está en el modo de decir las cosas, y en alguna frase que va directamente a dar en la diana
Gracias por tu explicación, tan detallada como tus escritos
La arrogancia suele causar bastante rechazo, al igual que la prepotencia, tal vez por eso debamos medir con calibre de precisión todos nuestros gestos y palabras. El problema es que te tomen por alguien débil y se ensañen aún más.
ResponderEliminarUn abrazo, filósofa.
Pues mira, NÓMADA, creo que la fortaleza va unida precísamente a la no-arrogancia. Yo pienso en grandes hombres y mujeres con fortaleza inmensa y sin una miaja de prepotencia. Sin embargo los dictadores, los tiranos, siempre recurren al casigo, a la guerra , casi como una necesidad. Ahora leo la biografía del doctor Gregorio Marañón y es una delicia de personalidad.
ResponderEliminarUn beso, viajero
La arrogancia,la prepotencia, y la soberbia,generalmente van unidas...y hacen, como tú bien dices, que el espíritu decrezca,se estanque...La falta de humildad impide aprender de los demás,tomar lo bueno y valorarlo...!
ResponderEliminarDios nos libre de la arrogancia y nos dé paciencia para aceptar y sobrellevar a tales personas,que tantas veces tenemos cerca...!
Mi gratitud por compartir y mi abrazo siempre,Carmen...!!!
M.Jesús
Ay MAJECARMU, cómo me gusta saberte por aquí, y leerte, y pensar en tus palabras...
ResponderEliminarUn abrazo grande para ti!