Hay momentos en la vida que nada es razonable.
Hay momentos en la vida que se dispara la emoción por todas partes.
Y siento que ahora mi vida es emoción por la vida misma,
por no pensar cuando miro el horizonte,
por dejarme ser con ellos: con el viento, con la luna, con los valles de trigo maíz y centeno
.
Hay momentos en la vida que mirar hacia atrás es encontrarte con el dolor grande, monstreco, como un guardaespaldas de ginmasio, y encontrarte , menos mal, con una dicha humilde, chiquita, discreta, escondida entre las sábanas y entre guiños al secuestro de tanto tiempo dado, entregado, ¿perdido?( sólo el que pierda su vida por amor a los demás la encontrará, dice Jesús, el de Nazareth)
Hay momentos en la vida en los que sé que , todavía, los quiebros metafísicos me dan la mano en los paseos.
Hay momentos en la vida en los que sé que ese estúpido idealismo hegeliano se aferra a mí como a una amante que quiere huir del absoluto ultracongelado.
Pero hay momentos en los que la nada se llena de todo cuando dos almas se encuentran en la mirada de un tropiezo. Entonces sé que nada importa más allá de esos ojos que se miran en la niebla y que adivinan desfiladeros irracionales de belleza juntos
Ahora , sentada en el vacío irracional de emociones vividas, ya puedo invitar a Hegel a merendar. Porque ahora Hegel ocupará su espacio y se conmoverá en una tarde sin tesis ni antítesis, sin tiempo medido pero compartido.
En una tarde con la única verdad del sabor del jamón, del pan, y del vino tinto.
miércoles, 23 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que bonito Carmen.Es precioso.Gracias por deleitarnos con tus palabras.Besos amiga mia.
ResponderEliminarQuerida Julia, así lo sentí y así lo escribí.
ResponderEliminarY si has disfrutado leyéndome, yo feliz.
Un abrazo fuerte!
Carmencita: Como Hegel pruebe el vino el pan y el jamoncito, lo tenemos a merendar todas las tardes. Belleza, que escribes bonito
ResponderEliminarQuerida Carmen , me apunto a la merienda .
ResponderEliminarAunque no comeré más nada hoy, ya me he bebido tus palabras ; agridulces pero ..más dulces que agrias , como tú misma .
Las paladeo .
Gracias, gracias , gracias.
(Reyes)
MIREIA: Pues que venga. Ya sabes que se está bien...
ResponderEliminarBesos!
REYES:
ResponderEliminarAnímate al jamoncito.
Gracias a ti por detenerte, por paladear y dejar que el sabor aparezca sin tragar a trompicones y de golpe...
Leo y releo
ResponderEliminarMe he quedado sin palabras hoy, mi querida amiga. Hay algo en lo que escribes que no defino: en el vacío irracional de emociones vividas... Me pierdo hoy en tus palabras, pero
ResponderEliminarme quedo a tu lado, paladeando ese jamoncito, de a poquito, de a poquito..
Un beso grande
BB
Ser capaz de sentarme, flotar, figuradamente, en el vacío irracional- porque las emociones son irracionales- , NO sostenida por ninguna teoría intelectual , me permite invitar a Hegel como a un amigo campechano a merendar: sin tiempos, sin tesis ni antítesis ni síntesis...
ResponderEliminarUna prosa poética de momentos. Querida BB
(Al analizarla ya se ha llenado el vacío, ya "no floto". Ya ves...)
Un beso muy muy grande
Pasaba por aquí, pasaba por aquí... Y sigue la canción mientras lees y reless
ResponderEliminarAyyy tocaya mía. Vengo a verte y me has dejado con la boca abierta. Veo que mi querida Julia y mi querida BB estuvieron ya aquí. Es estupendo compartir contigo, pensamientos, vivencias, experiencias, amigos, buen jamón, vino y todo, todito lo que haga falta.
ResponderEliminarSi, mi Carmen querida. Ay momentos en los que te dejas flotar en las sensaciones y cierras los ojos para sentirlo todo y dejarte llevar por las emociones. Me ha gustado mucho.
Besitos
PEGASA:
ResponderEliminarY no sabes lo que me alegras cuando llegas con tus gritos de cariño: TOCAYAAAAAAA, AYYYYYYY
Viva la libertaddddddddd
Y eso mismo a la luz de la luna?
ResponderEliminarDespués del jamocinto charlando hasta el amanecer, hasta que el sol se salude con la luna...
ResponderEliminarYo creo también que tu escrito de hoy es una prosa poética, donde Hegel, que aparece al final, juega un papel importante, lo absoluto, mezclas el todo y la nada, hablas del vacio, del amor y de los sufrimientos, del olvido...
ResponderEliminarY me estás volviendo loca con un complicadísimo Hegel sentado tan tranquilo comiendo pan y jamón. Explícamelo, por favor
Tres días para contestarte esto,! que verguenza¡, pero que quieres que te diga, publica muchos más. Me chiflan. Un abrazo Nina
NINA: Con cariño, jamoncito y un vino tinto, a Hegel se le cae la baba de gusto y se hace sencillo como una paloma...
ResponderEliminarGracias por tus ánimos, GRACIAS!
Carmenchu, como a otros comentaristas, a mí me ha encantado como vas y vienes del absoluto a la tarde sin tiempos ni preguntas. Así es la vida, de lo cotidiano a lo trascendente. Aunque en lo cotidiano están las respuestas
ResponderEliminarUn beso muy grande
IÑAKI, lo complejo se unifica en lo sencillo , pero para llegar a lo sencillo a veces recorremos caminos difíciles
ResponderEliminarn beso, pocholo
Hola Carmen,
ResponderEliminarqoe lindo tu escrito!
Estoy feliz de poder pasar por tu blog para decirte que tienes en el mío una entrada referida a la amistad entre personas de diferentes países y, si quieres, un sello referido a la misma que, fue hecho pensado en alguien como tú, pues si bien no te conozco en persona te considero mi amiga también.
Saludos,
Sergio
Muy bonita tu entrada, el final rotundo, me ha entrado hambre, omré alo a vuestra salud.ç
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
SERPAI, me paso por tu casa-blog ahora mismo
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu consideración de amiga!
RASARIO: come hija, que está buenísimo!!
ResponderEliminarYa estoy viendo a Hegel deleitándose con el jamón y el vino y a ti compartiendo charla con él. Filosofía y gastronomía unidas. Una gran idea.
ResponderEliminarBuen post.
Ay SUE, qué gozada. Buena mezcla sí. Ojalá pudiéramos elegir a quién invitar a jamomcito...
ResponderEliminarHola Amiga Carmen,
ResponderEliminarque lindo texto... es poesía pura...
esta frase...:=) lo dice todo "...Pero hay momentos en los que la nada se llena de todo cuando dos almas se encuentran en la mirada de un tropiezo."
Leerte es alimentar el alma!
Hay en mi blog una entrada sobre la amistad entre personas de diferentes países y, si quieres, un sello referido a la misma que, fue hecho pensado en alguien como tú, porque aunque no te conozca en persona, te considero como tal, Amiga!
Un beso y que tengas una excelente semana.
Muy bonito poema, me ha llegado. Hay momentos en la vida en que todo va mal (francamente mal, a veces), pero si uno pelea y aguanta se puede llevar grandes sorpresas por como llegan a cambiar las cosas cuando se ha superado la mala racha. "Confiar y esperar", como decía el Conde de Montecristo.
ResponderEliminarAparte de eso, también me ha llegado lo del jamón, porque mañana me voy unos días de vacaciones a España, y eso es lo que me está esperando allá en casa (aquí en París no hay esas cosas, o tienes que pagar un pastón por ellas).
Un saludo.
ALMA:
ResponderEliminarTambién tú, ALMA; me alimentas con lo que me dices.
Creo que no podría escribir sólo con la razón y dejar el alma encerrada.Somos espíritus encarnados, y se siente
Ha pasado SERPAI, tu amigo y le he visitado. Pero pasaré a verte. Gracias por lo de "amiga"
ANTONIO:
ResponderEliminarNo pretendía ser poema, pero como decía más arriba: el alma aparece y eleva a la razón. Y la prosa se convierte en poesía. Quizás por eso llega...
Y lo del jamón y tu visita a la familia, que lo disfrutes hondo, con muchas risas , que a lo mejor en París son más circunspectos...
Un saludo!
Mira mira que prosa más poética. Aquí estoy deleitándome, chiquilla
ResponderEliminarHegel, jeguel, cuánto pagaríamos por ver un Gran Hermano con Hegel, Spinoza, Nietzsche, Aristóteles, Heidegger, Descartes, Sócrates... lo veríamos 24 horas en directo. Cuánto pagaríamos por ver como esos seres hipercerebrales, con un lóbulo frontal bien gordito, cuánto pagaríamos por ver su vida cotidiana, taan escondida en sus legajos sesudos, tan antípoda de ellos. Ver a Leibniz de viaje en coche de caballos, a San Agustín tentado una tarde de verano por una morena, a Heidegger llorando si llegó a llorar algún día :p...
ResponderEliminarHay un mito y un aúrea de respeto con los pilares de la historia de la filosofía accidental, a nadie se le pasan por la cabeza sus pedos, sus orzuelos, sus abcesos de pus en las uñas... jejeje
Pero tú sabes Carmen, que me quedo con el bigotudo, con el muñeco de barrio sésamo, con Nietzsche. Vaya mamporrero, qué bello su sonido de tambores de guerra contra diecinueve siglos anteriores, qué osado, qué espectacular, qué prosa sin nada que envidiar a Juan Ramón, qué polivalencia, sesos y belleza. Y qué miedo, qué miedo me daba Nietzsche, y cómo me hizo provocar un sudor frío en todo el cuerpo cuando me arrancó la costra definitiva de Dios en mi piel humana. Qué bestia! :D
Bueno , "la imaginación al poder". Y has estado imaginativo
ResponderEliminarPero no sé, JORDI, creo, que esa vida cotidiana de lóbulos frontales con sobrepeso nos iba a resultar aburrida.
Me los imagino obsesivos, incapaces de tropezarse en una mirada... (demasiado en ellos mismos)
Saliendo de la mónada a la nada,
masticando a dios en las lechugas;
venciendo el dolor y el miedo a bocados de superhombre,
estirando la razón como un chicle hacia el absoluto;
o desayunando sustancia sin mermelada...
Pero con dos podría quedar más de una tarde!:
--Con Sócrates, como con un hermano que me lleva por el buen camino, el de la virtud, y me ayuda a conocerme
--Y con san Agustín............ pues no como con un hermano, precísamente.........
Me ha divertido la jugada!
MARÍA: Ya ves que de la prosa poética se ha pasado a la imaginación. Lee lee
ResponderEliminarBIEEEEEEENNNNNNN
ResponderEliminarVeo que te gustan las buenas compañías, buen texto. Paso a saludarte después de mi pequeña ausencia.
ResponderEliminarHasta pronto, gracias por tus palabras.
Bienvenida PLUMA, pasaré a visitarte!!
ResponderEliminar