Hoy sé que hay alguien que quiero que ha salido a pescar en la noche. No sé si habrá alguna dorada dispuesta a engancharse a su cebo, pero mientras la dorada se decide me habla por teléfono , y yo, entre palabras, escucho el ruido del mar...
Salir a pescar...Quizás sólo una buena excusa para salir con él mismo, a pensar, a fundirse con la brisa, a distanciarse del ruido, de los deberes hechos, de las voces confundidas...
Salir al mar de noche para sentir, a solas, el brillo de la luna en la cara; y verla llena; y buscar en el firmamento como de niño,-qué te apuestas a que yo la veo primero- la estrella polar: Mamá ya la he encontrado! Mamá déjame dormir ahora sobre una manta mirando las estrellas, déjame mamá...
Ay mamá!
Y mamá recuerda hoy el verano, ya lejano, de aquella "inmensa" lubina. De aquella lubina que le volvió loco de contento a un joven pescador de catorce años. Y cada año siguiente , la lubina en el recuerdo; y la ilusión, y esas noches negociadas con mamá: con mamá miedosa, con mamá inquieta , mientras las olas del mar ganaban o perdían...
Mamá sabía que pescar entrena la paciencia, por eso te dejaba ir. Mamá sabía que la pesca es el sustento de tantos hombres y mujeres de la mar; que la pesca tiene mucho de reciedumbre, de valor, de espera. Y que todo lo que alimenta la espera se convierte en esperanza.
Por todos esos valores que acompañan a la pesca, , mamá te dejaba ir...
viernes, 7 de agosto de 2009
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Me gusta cómo lo cuentas. Me gusta mucho todo.
ResponderEliminarY yo también pescaba de joven...
Pues ahí se quedarían contigo también, un poco de paciencia, de fuerza y de esperanza.
ResponderEliminarSaludos, noctam...
Pues yo también estoy despierta.
ResponderEliminarDurante la pesca la vida se ve con serenidad, así me lo decía un hermano pescador. Todo es más sencillo y lo han hecho los hombres desde siempre.
Otra cosa es la lucha con el mar de los pescadores que salen a jugársela por ganar el sustento. Recios tiene que ser, desde luego
Me uno a tus desvelos, y a tu ternura, Carmen.
PILAR, pas possible!!
ResponderEliminarEs verdad que lo he escrito con especial ternura. Y con bonitos recuerdos...
A los hijos siempre hay que dejarles salir a "pescar", a enfrentarse a ellos mismos, a la sociedad, a la vida en una palabra
ResponderEliminar..."lo que alimenta la espera se convierte en esperanza" La esperanza de que serán hombres(mujeres) de bien
Buenos días Carmen y compañia
BEGOÑA, estupenda reflexión, y muy "pertinente" como dirían nuestros "sabios" amigos...( no es una digresión,nooooo)
ResponderEliminarYo lo único que pesco son pulmonías. Lo pillo todo. jajaja
ResponderEliminarMe he acordado de un poema de Pessoa, pero como ya lo puse en otro blog, no quiero repetirme. Además, Begoña, me diría que sí, que vale, que muy bonito, pero que me mojara...
Salir a pescar... buena escusa para salir con él y fundirse con la brisa. Qué bonito Carmen, y poder dejar pasar los días como el agua de un rio hacia la mar, sin prisas, como esperando lo que el destino nos depare, y si hemos tenido la suerte de navegar por esta vida en mares en calma, no busquemos las tempestades y acordémonos como tú dices de los deberes hechos.
besos
F! escríbeme lo de Pesooa... Anda, que yo no lo leí...
ResponderEliminarBesos, también, que van por el río de la vida.
Y no te cojas pulmonías!!
A mí también me apetece leer a Pessoa, ya ves Fandestéphane no aciertas conmigo ;)
ResponderEliminarEstá bien eso de mojarse, es una manera de ir conociéndonos, aunque admito que haciendo referencia de ciertos poetas, también nos estamos reflejando
Besos a los dos
Carmen esta mañana he tenido un problema con el correo ¿me puedes reenviar tu mail?
ResponderEliminarGracias
¡Oh mar salada, cuánta de tu sal
ResponderEliminarson lágrimas de Portugal!
¡Por cruzarte, cuántas madres lloraron,
cuántos hijos en vano rezaron!
¡Cuántas novias quedaron por casar
para que fueses nuestra, oh mar!
¿Valió la pena? Todo vale la pena
si el alma no es pequeña.
Quien quiere pasar allende el Bojador
tiene que pasar allende el dolor.
Dios al mar el peligro y el abismo dió,
mas fue en él donde el cielo se miró.
Fernando Pessoa
Complacidas? A sido un placer, pues Pessoa me acompaña siempre. Tengo toda su obra completa en castellano y portugués. Esperaba que me lo pidieses Carmen, pero tú Begoña mes has sorprendido, gratamente pero sorprendido, después de lo de Neruda...
No hace falta deciros que teneís un beso cada una
"TODO VALE LA PENA SI EL ALMA NO ES PEQUEÑA"... También el dolor, si quiere pasar allende el Bojador...
ResponderEliminarGracias F!!
Te mereces un gran beso!
La mejor pesca la del cangrejo. Volver con docenas y docenas, y junto a mi padre.
ResponderEliminarSaludos, Carmen.
Iñaki! la de cangrejos que sé que pescabais ( no digo nada)
ResponderEliminarPero junto a un padre qué bien se pesca, y qué recuerdos más bonitos, hablando a ratitos..
Yo creo, efectivamente, que la captura es lo de menos y que tu mamá te enseñó muy bien, que lo importante es estar ahí esperando y mirando alrededor
ResponderEliminarEstaba junto al mar estos dias, lo veía de noche, con el reflejo de la luna, como de plata. Pensaba en esos pescadores que en la oscuridad sienten la inmensidad del mar y de su negrura, y mira por dónde tú escribirndo mientras tanto de la pesca. Creo que efectivamente la pesca entrena la paciencia, pero también el valor, la confianza en uno mismo, la fortaleza y la valentía. ¡Que gran entrenamiento para la vida!
ResponderEliminarHola MIguel, Hola BEAtriz:
ResponderEliminarPor todos esos valores ,que son lo contrario a la inmediatez del "me apetece ya" ,
creo que la pesca , el saber esperar y pensar en los que se juegan la vida en medio de la negrura del mar, de su belleza y a veces de su furia...
Sería una asignatura interesante`para la vida.
El paciente pescador esperando a que el pez pique el cebo, mi padre es pescador, cuando mi hijo era pequeño le gustaba irse con él, escuchar la tertulia de todos los pescadores, ¿oye te han picado?, no¡¡ a mi si tengo una, mi hijo se reía decía que era como una competición haber quien pesca más.
ResponderEliminarBonito relato
Un beso
Isabel
Ay esas tertulias mientras se espera ...
ResponderEliminarBuenos recuerdos!
Un beso, Isabel.
Estos días he visto pescadores a la luz de la luna.. Creo que el mar les cuenta muchas cosas,les da su fuerza y su temple.. Y la luna los bendice..!
ResponderEliminarPrecioso escrito que me suena a nana,amiga.
Un abrazo muy fuerte.
M.Jesús
¡y aún dicen que el pescado es caro!
ResponderEliminarCarmen permíteme que agradezca a fandestéphane su poema de Pessoa
ResponderEliminarUn beso
MIS AMIGAS, Bea, ISAbel, Majecarmu, Begoña...Un beso grande.
ResponderEliminarEl pescado es caro pero es así, es lo mejor...
Bego, lo de F! y Pessoa, precioso!!
Y lo de la "NANA"... Sí, sí.
Carmen, un beso
ResponderEliminarAy F! qué bien...
ResponderEliminar¿Puedo conocer tambien el poema de Pessoa?
ResponderEliminarEstá un poco más arriba, BEA, léelo.
ResponderEliminar" Todo vale la pena
si el alma no es pequeña..."
Me gustaron mucho esos dos versos.
Anda, que no eres nadie cuando sacas tus armas poéticas.
ResponderEliminarSaludos impregnados en poesía.
Cuando sales a pescar, no necesitas encontar la paciencia, la encuentras siempre entre el rumor del va y ven de las olas chocando contra las rocas...esas que asoman orgullasas entre la espuma del mar de fondo... La paciencia, (antesala de la esperanza) con y sin mar de fondo, se da por supuesta desde el momento en el que cargas la caña en ristre con la cesta llena de ilusiones entre aparejos.
ResponderEliminarY lanzas lejos el plomo... y esperas dejando perderse la vista en el horizonte. Ese es el momento en el que, inintencionadamente, te pones a intentar poner orden interno, y acabas cayendo en la cuenta de que el horizonte está más lejos... análoga sensación cuando miras a los ojos a un bebé.