Sinceramente:
Como persona creo en el diálogo, en el respeto, en la tolerancia y en la libertad de expresión sin avasallar a nadie.
Pero también creo que las cosas son como son, ahora que se habla tanto de "esencia" hasta para anunciar coches.
Que se hable de" esencia" significa que se cree que cada ser que existe tiene algo que lo define y que hace que sea lo que es y no otra cosa.
Dicho esto me pregunto:
-¿por qué se tacha de intolerante al que argumenta que la vida es vida y el aborto muerte?
-¿Por qué se tacha de intolerante al que argumenta que dos hombres y dos mujeres no son sujetos de la esencia matrimonial y sí de otra realidad esencial diferente ?
-¿Por qué se tacha de intolerante al que argumenta que un óvulo y un espermatozoide son los que hacen surgir una nueva vida y que por lo tanto ese nuevo ser necesita de manera natural los dos seres diferenciados para ser cuidado?
Nadie lleva a la hoguera a nadie, ni debe llevarlo. ¡Qué horror!.
Todo se puede hablar con paz y armonía. Pero tampoco se debe llevar al paredón a los que líbremente dan razones para entender la realidad de acuerdo a esa "esencia" que hace que tú y yo seamos quienes somos y no un árbol, que también tiene la suya.
P.D.
Creo que se entenderá mi tono. Por si acaso, afirmo que NO es en absoluto intolerante, sino de pregunta. Y pregunto porque necesito respuestas para comprender mejor. Ojalá haya alguien que amablemente NO pase de largo y me atienda.
Estas palabras de Jesús a Mateo son las que ha elegido el Santo Padre como lema de su pontificado.
Los ojos de misericordia de Cristo son los ojos de quien acoge y sana con su amor. Si somos seguidores de Cristo , sus ojos son nuestros ojos. Y la misericordia nuestra entraña. Un corazón misericordioso contagia misericordia. Pero no es fácil mirar con los ojos de Jesús cuando nos hieren, cuando nos humillan, cuando nos engañan, cuando somos tratados injustamente. Es entonces cuando sentimos que la cruz la llevamos encarnada en lo más hondo de nuestro ser.
El miedo a la cruz nos atenaza, pero la mano de Cristo nos acaricia en el camino y nos dice que en la cruz está el gozo, la alegría y nuestra salvación. Y en ese camino de cruz misericordiosa no vamos solos. Los unos a los otros nos acompañamos, nos ayudamos, y juntos anunciamos al mundo entero que merece la pena seguir y seguirle a ÉL.