ENAMORAMIENTO

El enamoramiento es , según Ortega y sus jarros realistas de agua fría: "Un estado de imbecilidad transitoria", consecuencia de "una enfermedad de la atención" que se focaliza obsesivamente en una persona que nos absorbe el seso.
Sí , he dicho seso, porque en el enamoramiento , y no en otro tipo de atracción que no es enamoramiento, "el sexo "de principio está como velado...

Es él, es ella.... Es algo "que nos pasa" , involuntario, y donde los sentimientos está implicados a tope. Y en este absoluto sentimental creemos más en la vida que nunca, creemos más en la bondad que nunca, (“ hoy la he visto, la he visto y me ha mirado...hoy creo en Dios . ") y nuestro semblante se transforma como se transforman todas las partículas de nuestro organismo.

¿Qué sería conveniente hacer en ese semi éxtasis embriagador tan especial en el que los relojes se paran y el mundo se reduce a fulanito o a menganita ? Pues yo creo que, sin lugar a dudas, lo mandado sería disfrutarlo y pasar por todo lo que hay que pasar en una enfermedad, tontera incluída.
Pero disfrutarlo , sabiendo que hay que dejar tiempo a que la fiebre se calme un poco mucho, para no tomar decisiones comprometidas y precipitadas que no tienen más fundamento que la posible equivocación de confundir ese estado tontorrón con el amor.

PORQUE… Una cosa son los sentimientos caprichosos en los que nuestro "yo” no tiene arte ni parte, y otra el acto consciente y voluntario por el que decidimos comprometernos en un amor, con todas las consecuencias, que no esté sujeto al vaivén de los sentimientos. Un amor de” te quiero, y de te quiero querer siempre”. Un amor sin egoismo ni condiciones. Un amor de voluntad que se sacrifica por el bien de quien ama, independientemente de que los sentimientos estén en alza o en baja.
El enamoramiento puede ser un primer momento de ese amor, pero al enamoramiento le queda mucho trabajo y mucho empeño para ser amor de dieciocho quilates.

AHORA BIEN: si se confunde estar enamorado con amar, el susto al despertar del sueño romántico puede ser tan caprichoso, como lo fue el entrar en él: Ya no siento…. Luego ya no amo…. Ahhhh! ¿ O sea que todo se ha convertido en humo sentimental que se va con el viento de la decepción?

Y es que, amigos míos , los sentimientos son muy volubles y cambian si saber muy bien por qué…

Pero es tan bonito sentirse tontorrón y tontorrona… Que hay quien repite y repite y repite, hasta marear al corazón… Y olvidarse de QUERER.