Desencuentros evitables

Quizás porque en los últimos meses he recibido más de una confidencia de pareja que evidenciaba falta de entendimiento en lo "profundo" , con la consiguiente frasecita de "no nos vamos a entender nunca" , he anotado a vuelapluma –sin pretensión ninguna de ser exhaustiva y sistemática- observaciones de la vida cotidiana que ponen de manifiesto lo diferentes que son el hombre y la mujer, y la facilidad con que –fundada o infundadamente- generan tensiones y desencuentros.


La mujer aspira a mejorar al hombre,

a aconsejarle, a sentirse escuchada y atendida,

a descargar en él sus preocupaciones, a saberse querida y protegida.



En cambio, el hombre desea ser autónomo,

le gusta competir por el poder de cualquier tipo, aspira a demostrar y demostrarse lo que es capaz de hacer;

sabe expresar mejor su amor con hechos, que con palabras; y no admite consejos que no haya pedido, quizá pensando que quien se los da supone que él no sabe qué hacer o que es incapaz de hacerlo solo.

Cuando la mujer se desahoga, busca solidaridad y comprensión. Pero el hombre asume como problema sus confidencias, cree que desea soluciones; y como le exasperan los lamentos y las lágrimas que no sabe cómo contener, tiende a preguntar, desconcertado: “Pero ¿qué puedo hacer?”, y a escapar si no obtiene respuesta.


Cuando algo disgusta a una mujer, el hombre intenta –inútilmente casi siempre- cambiar sus sentimientos. Pero si un hombre actúa erróneamente en opinión de la mujer, ésta intenta que cambie su conducta.


Para evitar disgustos, ¿hay que lograr que las mujeres piensen como los hombres y éstos sientan como ellas? Yo creo que no. Sólo en la medida en que los hombres y las mujeres aprendan a respetarse y a aceptar sus diferencias, el amor podrá robustecerse y madurar:

Si él necesita irse un poco solo para buscar soluciones, que lo haga tranquilo

Si ella necesita sacar hasta la bilis, a su lado, que él demuestre que la va a escuchar y que da valor a los sentimientos que trata ella de compartir.
Con buena voluntad y sis reproches la convivencia es una ocasión magnífica para dar cada uno lo mejor de sí mismo!!