Mañana es uno de Noviembre

Fue ayer, a pleno sol,
en equilibrio sobre unas tablas de encofrar que nunca había visto,
y sobre mis trigales,
que ahora no son más que semilla bajo la tierra,
cuando pensé que la finura de la sensibilidad te hace sufrir y te hace gozar.
Y es que yo, allí, en lo más alto, sentía el gozo inmenso de contemplar los ocres otoñales de la naturaleza y sentía también en el trasfondo una melancolía llena de recuerdos pasados y vividos, que dolían...
Los recuerdos de mis seres queridos: los de los que ya no están a mi lado con sus gestos, con sus palabras, con sus desvelos, y con tantas historias de mar y paciencia al calor del fuego..

Y es que mañana es uno de noviembre,
y los recuerdos se me agolpan entre las "maderas de encofrar,
y el hormigón de sostener" mi vida...