EL ARTE DE RESPETAR

No me sirven las "poses" respetuosas. Las poses del "yo a ti te respeto", con cara de circunstancias, y que se van volando con el más leve viento de la contradicción. Por eso, porque "las poses" no aguantan casi nada, es por lo que el diálogo sereno entre pensamientos diferentes se hace difícil y en su lugar aparecen gritos, insultos, humillaciones y desvaríos.
Decían los griegos, que la educación del respeto tiene que pasar duras pruebas para que cale de la superficie a lo profundo. Porque a veces es fácil respetar , y a veces nos lo pueden poner muy difícil . Y a la dificultad le hace falta algo más que una mueca impostada para, pese a todo, no perder la nobleza interior.

Las actitudes , para que sean verdaderas y no un puro convencionalismo social tienen que ser resultado de una sólidas convicciones.
--¿Entre mis convicciones está que yo a ti , un ser humano como yo, te debo el más exquisito de los respetos?
-- Pues si es así tendré que pensar un poco en lo que significa respetar.

Sin ir al diccionario, entiendo que respetar es considerar y valorar: Porque yo te doy valor, el mismo que me doy a mí misma, no te trato de cualquier manera ; y te estimo porque la naturaleza humana que compartimos es digna de estima. Y esa estima propicia que te atienda, que te escuche, que deje a tu libertad actuar y que te corrija cuando crea que tus actos no ayudan a que tu naturaleza se perfeccione.

El más marcado signo de generosidad respetuosa es hacerse cargo ante el otro( que eres tú para mí y yo para ti) de lo que te pasa, de lo que me pasa.
El más marcado signo de ese respeto es NO imponernos; es cuidar el detalle; es actuar con finura de espíritu...

Hablamos de arte, nos entusiasmamos con el arte.
Y la atención a los demás ,la finura de nuestros detalles ,
la calidad de nuestro respeto, es... ¡un auténtico ARTE!