Si me lees, que sepas que este post te lo dedico a ti.
Porque con catorce años tuviste que aprender a luchar contra el dolor.
Porque te falló , sin querer, la mujer a la que todos-as nos abrazamos cuando el viento huracanado quiere barrer hasta el brillo de cualquier amanecer.
Te falló la mujer. Esa mujer que era madre y era : TU madre.
Te falló y se falló a sí misma sin querer. Seguramente, las fórmulas de su física-química estaban confundidas. Y en la confusión de elementos el alma no sabía qué hacer. Y el alma rugió y rugió hasta anular cualquier sonrisa de su lado; hasta fundir con tanto ruido los delicados interruptores de la paz. Y todo se apagó. Definitívamente, todo se apagó.
Pero me cuentas que hubo una segunda vez. Y que te volvió a suceder.
Me cuentas ,entre volanderos minutos, que hubo una segunda mujer que PUDO ser tu madre; una mujer que pudo recorrer contigo un camino de amor difícil, pero que NO quiso.
¿Era mala esa mujer? Sólo Dios lo sabe ... Pero esa segunda mujer que pudo ser tu madre y no quiso, o no pudo, o no supo, un día de tus diecisiete años, te echó en soledad a la calle del mundo .
Diecisiete años, y el mundo te acogió con un dudoso y dramático interrogante: ¿ qué iba a ser de ti, entonces?
Hoy tienes veintidós años.
Hoy yo volvía de viaje y he necesitado ayuda.
Hoy has sido tú el que me ha ayudado.
Hoy, en cinco o diez minutos, mientras me ayudabas, algo de mí te ha removido el corazón.
O quizás, sin más, hoy los libros pesaban mucho...
y con el corazón en tu boca me has dicho que tú también querías escribir , y que tu vida podía juntar muchas letras hasta llegar a contar tu historia.
Cinco o diez minutos de conversación. Sólo eso. Pero en ese tiempo tan breve y tan verdadero he sentido y he sabido, por tus ojos, que el interrogante conque el mundo te acogió, a tus diecisiete años,ESTABA SALIENDO BIEN
Me has ayudado y hemos hablado con la confianaza de dos desconocidos. Luego, cuando ya las puertas se iban a cerrar, me has pedido, con mucho respeto, permiso para darme un beso.
Y en ese beso
que me has dado,
he sentido
el cariño
del beso
que sólo se da
a una madre...
miércoles, 16 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Carmen,seguro que te leerá y se emocionará lo mismo que yo...Me alegro que os hayáis encontrado y que ambos por unos momentos os entendiérais con pocas palabras...!!
ResponderEliminarTambién yo le envío mi esperanza y mi ánimo.La vida nos va dando nuevas oportunidades cuando ponemos el corazón en la boca y en los pasos.
Mi felicitación por este bello relato y mi abrazo grande para los dos.
M.Jesús
MAJECARMU, qué bien que tus pasos y los míos también se encontraran por el espacio de las almas...
ResponderEliminarGracias!
Que bonito encuentro amiga. Me alegra que estes contenta.
ResponderEliminarCuando se hace el bien tarde o temprano se valora. El ser humano somos así, a veces sin querer ignoramos lo que nos dán pero en el fondo lo agradecemos.
Me alegra que ambos hallan disfrutado entregado cada uno lo mejor de si mismo
MI ABRAZO CARMEN
Gracias Victoriana. En tus palabras se nota que aprecias hacer el bien.
ResponderEliminarUn encuentro y hablar un poco con quien camina a nuestro lado. No podemos hacernos los sordos y pensar sólo en nuestras preocupaciones...
Un abrazo fuerte!
Cuando nos regalas tu sensibilidad la luna brilla más
ResponderEliminarAyyyyy Tras, la vida...
ResponderEliminarMuy emotiva la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso de respeto.
Muy Señores, qué gusto saberte por aquí.
ResponderEliminarUn beso de esos
No sabemos en qué momento, nuestra alma toca a otra, se hermana, se hace solidaria. Eso te sucedió a ti y en pocos minutos, fuiste el consuelo, la ayuda de alguien que tanto lo necesitaba.
ResponderEliminarEl se sentirá reconfortado al leerte. Sabe que encontró una amiga, un apoyo o quizás, por breves momentos, la madre que perdió.
Y yo te mando mi abrazo más fuerte hoy, Carmencita.
BB
Cuanto tiempo sin visitarte, después de mi larga ausencia de nuevo visitándote..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos
Que disfrutes el fin de semana..
Dicen que hay madres biológicas y otras que nos encontramos caminando por la vida , son madres elegidas que aportan luz , a ratos, así cuando lo necesitamos.
ResponderEliminarEnhorabuena , Carmen , ese honor no lo tiene todo el mundo.
Besos.
BB, yo creo que hay encuentros en los que los dos reciben lo que necesitan. Es como si algo que no es material uniera a las personas... Algo especial. Seguro que tú también sabes de lo que hablo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, querida Bb
ADOLFO, visitaba tus viñetas y no se movían. Me alegra verte por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo!
REYES, si nos miramos con ganas de descubrirnos en lo más hondo, pasan cosas extrardinarias. Te digo como a BB: que tú sabes de eso...
ResponderEliminarUn beso, princesa
Carmen, lo sientes todo tanto que los que te conocen lo notan. Creo que emites buenas vibraciones y las ondas positivas de confianza llegan
ResponderEliminarMás besos
No hay nada tan reconfortante como esos encuentros en los que te das cuenta que tu as recibido algo porque has dado algo, y que esto es lo que te gusta sentir y transmitir, lo que de verdad te llena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué preciosa anécdota la que nos cuentas, pero sin ánimo de ser aguafiestas, ten siempre un poco de cuidado, nunca sabemos si la persona extraña que estamos tratando pueda o no tener buenas intenciones. Un gran abrazo
ResponderEliminarMIREIA, me conoces, pero también soy reflexiva gracias a Dios...
ResponderEliminarIOVIEDO; la vida si abres los ojos es tá llena de encuentros. Pero a veces hay que no ser precipitada.
ResponderEliminarLo he contado porque me ayudó y trabajaba allí.
Un abrazo!
DRAC, te agradezco TU CAUTELA: Me extrañaba que nadie me lo hubiera insinuado... Yo voy con cuidado, porque nunca hablo con desconocidos sin mucha gente alrededor. Era un trabajador con una disposición estupenda. Pero en principio hasta que no conozco referencias no actúo para nada
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Carmen gracias a lo atenta que eres no se pasa nada ni nadie delante de tus ojos sin que le dediques lo mejor de ti. Desde pequeña cuando escribí para ti "la niña de los ojos verdes"
ResponderEliminar"sus manos siempre están listas para acariciar a quien necesitado de ellas está"
Y se lo regalé a mi amiga Carmen, la niña de los ojos verdes
Y ahora como otra niña. Así. Pero han pasado demasiados años, aunque recuerdo momentos de tanto cariño preadolescente...
ResponderEliminarBesos María!
Acepto la dedicatoria. Saludos y recuerdos.Guille
ResponderEliminarBueno bueno NINA, también a ti...
ResponderEliminarA veces Dios nos envia la persona correcta en el preciso momento para bien. A veces nos ilumina para dar y a veces nos prueba para observar...el misterio de la vida...
ResponderEliminarLindo blog, linda historia...
saludos.
Gracias Patricia, te he leído cuando había escrito el siguiente post. Y mira por dónde hablaba de DIos...
ResponderEliminarUn abrazo!