REYES Uve, mi amiga escritora del ciber, mira con cierta pena a las personas mayores que , detrás de las vallas, observan cómo una obra avanza ...
Y mira por dónde, a mí ( que no me dan pena ) su apunte me ha sugerido un post de ternura , un post de sin prisas, un post de vida poco a poco: de vida que tiene tiempo de ver, de mirar , de detenerse, de disfrutar , de comentar...
Un post de esas vidas que se levantan cada mañana y van pasito a paso hasta la realidad del trabajo, hasta la realidad de otras vidas que también se levantan temprano, sin muchas ganas, a poner ladrillo sobre ladrillo en una obra que ahí quedará durante muchos años si ha sido bien construída, bien acabada.
La vida son etapas, son destiempos que se fugan y tiempos que permanecen. Y la vida de las personas mayores son la vida de lo ya vivido; y la vida de la esperanza y de la paciencia, del mimo y del ambulatorio , del médico y las recetas. Y mientras tanto, también, la vida de ver cómo avanza, por ejemplo, un puente...
Recuerdo el último puente de San Sebastián.
Y recuerdo con una sonrisa a mi padre que acudía a verlo cada mañana: barrotes de hiero aparecían y se entramaban en una obra de impresionante ingenieria .
Y así muchos días de hierro, de hormigón y de madera, entre soles y chaparrones del norte...
Muchos días hasta que el puente, como era su feliz destino, se acabó.
Ya estaba el puente relimpio y preparado para recibir a los donostiarras caminantes; ya estaba preparado para que por él los coches se escaparan de las aglomeraciones del centro...
Se acabó. Sí.
Pero entonces, el que no estaba para festejarlo era mi padre,
que se fue despacio,
con su retina plena de hierros, hormigón y madera,
un día después de mirarlo,
embelesado ,
detrás de las vallas...
jueves, 3 de diciembre de 2009
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La vida con ternura está detrás de las vallas, y tú nos llevas de la mano a contemplarla
ResponderEliminarDecía Cicerón en sus diálogos hablando de la vejez, que el hombre la vive tal como la vivió de joven. Que no debemos sentirnos en inferioridad de condiciones, si se nos compara con los jóvenes, ellos son fuertes, nosotros tenemos la sabiduria de los años, ilusiones distintas, pero dirigidas a algo concreto, un objetivo que podemos llamar "ideal", tener un porque para vivir, adaptado a nuestras necesidades, a nuestra capacidad, buscar en ese ideal la felicidad y eso depende de nosotros, no en las cosas que nos rodean y el entusiasmo para llevar acabo nuestras ilusiones de viejetes. El ser viejo no significa inutil, todo lo contrario, es ser sabio. Un abrazo Proserpina
ResponderEliminarBelleza y realismo distinguen tus escritos. La belleza del "pasito a pasito hacia la realidad del trabajo y del hierro"
ResponderEliminarBuenos días lluviosos, Carmen
Me ha gustado mucho Carmen, es precioso...
ResponderEliminarEs verdad lo que dices, a los mayores les encantan las obras, siempre son hombres, es como si jugaran a aquellos famosos "Mecanos" de su niñez y no se cansan de contemplarlos.
Tu padre pasó esa etapa y te dejó muchos y buenos recuerdos.
Un abrazo fuerte Rosario
Vaya , Carmela, qué hermoso .
ResponderEliminarEmociona leerlo , cariño.
Pero yo lo que quería decir es que llegados a mi vejez, ya no tan lejana , quisiera tener algo mejor que hacer ...
no sé...
algo como dar un paseo al menos, un paseo físico, con cada uno de los bloggers que se convirtieron en amigos reales, hablando de lo humano y lo divino, o comentar libros, para luego despedirnos con un abrazo en la estación , cada uno de vuelta a su asilo (yo , por lo menos ) .
No me digas que eso no es mejor que mirar una obra o pesarse continuamente , incluso es mejor que la calceta .
Jeje.
Un beso enorme.
TRASN, de la mano... Es bonito darse la mano!
ResponderEliminarPROSERPINA, tu comentario es aleccionador!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
PILAR, que se nota que somos amigas...Gracias!
ResponderEliminarROSARIO, miles de recuerdos porque mi padre era un apasionado de la vida,con el que jamás te sentías triste
ResponderEliminarUn beso y gracias también
AUPA, REYES!
ResponderEliminarQue se pueden observar las obras y hacer muchas cosas más, muchísimas. No te asustes ni te quedes sólo con la calceta...
Mi padre escribía cada día, mucho; leía, mucho; conversaba mucho y se reía mucho. Andaba en bicicleta, saltaba vallas, era valiente, y nos contaba mil historias ejemplares pero con muy buen humor. Nunca le ví aburrido, pero aquél puente de San Sebastián le tenía enamorado...
Me ha encantado recordarle gracias a ti!!
Un beso muy grande, princesa
La vida de cada cual es tan diferente... Hay quien tiene la enorme suerte de tener una salud buena y llega con fuerza a esa recta final.
ResponderEliminarPero creo que hay un algo que es común: la capacidad de observar con más detenimiento cualquier acontecimiento. Y ver construir algo es bonito, y seguirlo como se sigue la cosecha en el campo
Un beso ya, con años,
Ignacio, seguir la cosecha, y seguir los momentos de lo que sea, sin prisa, es algo que llega con la edad. Y no hay nada más atolondrado que la prisa de ir a algún sitio sin saber muy bien por qué y para qué...
ResponderEliminarPero bueno, que todo son etapas, sí.
Un abrazo, querido amigo
Pasan los años y la realidad se hace amable en lo cotidiano. Es saber vivir, al fín, Carmen. El que ha aprendido, claro
ResponderEliminarLa verdad es que hay gente que disfruta con eso de contemplar las grandes obras.
ResponderEliminarAquí con el metro tienen donde entretenerse.
Buen puente ahora que se alarga.
El que ha aprendido, Sergio...
ResponderEliminarLos puentes tiene algo especial...
ResponderEliminarUn saludo Nómada!
Pues eso pasa a diaro. Ves como los grupitos de ancianos se ven agrupados observando como trabajan los albañiles de turno en la construcción que se siente observada con muchos ojos.
ResponderEliminarPero también es positivo, porque ellos se acuerdan de todo lo vivido en la construcción anterior a esa, posiblemente por la que pasaron a diario para sus trabajos y que tantos recuerdos les trae a la mente. Esa antigua construcción desapareció para dar paso a otra, y que ellos ven como si fuera un bebe que va empezando a crecer con una visión nueva de futuro.
Un beso detrás de la pantalla. ;-D
La vida es eso que nos pasa mientras esperamos que llegue nuestro tren así que yo digo: sigamos adelante. A veces no te quedan fuerzas y piensas ¿para qué? ¿por qué? ¿qué clase de vida es esta? ¿qué tiene este mundo cruel y despiadado de bueno? ... pues tu lo dices en tu post. La vida son los momentos vividos, el presente, y el recuerdo de algunos momentos pasados que nos hacen sonreír.
ResponderEliminarAquellos a los que amamos nunca se van, se quedan en nuestros corazones. SIEMPRE.
PEGASA: qué idea más bonita sugieres. No se me había ocurrido...
ResponderEliminarOtro beso detrás de las panatallas!
SUE, esos momentos que se quedan. Y el amor que hayamos dado, y lo que hemos hecho callandito por los que amábamos sin pasar factura, sin que se note...
ResponderEliminarUn beso, pensadora!
Carmen,entrañable,sentido y bello tu post.
ResponderEliminarQué bueno que las construcciones estén unidas al recuerdo de personas con base y equilibrio..!!
Es una forma de eternizar su recuerdo,ligado a algo hermoso y fuerte como es un puente..
Es una forma de humanizar las cosas con ese toque "divino"de la persona ausente..
Mi felicitación y mi abrazo,amiga.
M.Jesús
Suelo decir en el blog de mujeresdesincuentay, que estamos en una segunda adolescencia... muchos modos son diferentes, tenemos que readapta nuestros planes a las nuevas realidades de nuestra vida; todavía no estamos pa el asilo, pero habrá que pensar pronto, porque a esta edad como a los 15, los años pasan volando
ResponderEliminarUna nueva adolescencia en la que antes que adquirir, debemos dejar... caen amigos, caen romances, laburos, dineros, hijos que se van muy lejos...
Tirar lastre y retomar casi la simplicidad de la niñez...
Y saltando vallas muchas veces autoimpuestas
Saluditos
Querida Majecarmu, gracias por ese toque divino; gracias por elevar las palabras...
ResponderEliminarUn beso grande!
MARCRISPA: interesante tu reflexión...
ResponderEliminarLa simplicidad de la niñez, y saltar vallas muchas veces autoimpuestas.
Pues aquí me quedo pensando tus palabras
Un beso desde lejos... Pero llegará, seguro!
Muy bonito Carmen el recuerdo de tu padre "TOUCHE" si, muy bonito y da que pensar.
ResponderEliminarINESILLA, no te esperaba en medio de los trajines...
ResponderEliminarAyyy qué momento especial
¿ Cómo encuentra la belleza en todo?
ResponderEliminarAhora veo las vallas de las obras de manera diferente , y a los que se detienen en ellas también.
Un saludo , pasaba pòr aquí
Pasaba´por aquí y me ha visitado.Eso es bonito también...
ResponderEliminarPasaba por aquí
ResponderEliminarpasaba por aquí...
Una canción preciosa de Luis Eduardo Aute
Mireia, la recuerdo. Un beso, viajera
ResponderEliminarDescubrir la bondad y belleza en los demas, es de sabios y si estos son mayores todavía mas.
ResponderEliminarSin embargo me gustaría que muchos de los que se paran ante las vallas, tuvieran un papel mas relevante y poder aprender de ellos. Se queda tanto en ámbito privado, !que desperdicio¡
Aprender de los mayores, y que tuvieran más relevancia!!
ResponderEliminarEs para subrayarlo, Ana. Muy bien!